Systemd permite configurar variables de entorno para ser cargadas en sus «unidades«, es decir, en los procesos/demonios que se ejecutan a través de este sistema. La configuración se establece en el archivo de configuración del servicio/unidad, y permite establecer un listado de variables de entorno o la llamada a un archivo que contendrá todas las variables.
Si se decide establecer las variables directamente en el archivo de la unidad, la directiva a utilizar es Environment=
:
[Service] Environment=ENV1=foo Environment=ENV2=bar [...]
Recordad que los archivos de definición/configuración de las unidades se encuentran en /etc/systemd/
Si se decide establecer las variables de entorno en un fichero independiente, la directiva a utilizar es EnvironmentFile=/ruta/al/archivo
:
[Service] EnvironmentFile=/ruta/al/archivo [...]
Una vez establecidos los cambios, es necesario recargar la configuración del demonio de systemctl:
# systemctl daemon-reload
Y por supuesto reiniciar el servicio correspondiente sobre el que hayamos realizado los cambios.