Uno de los puntos más flojos de Ubuntu a mi parecer es la falta de opciones y personalización que tiene en el instalador estándar. Automáticamente se instalan una cantidad elevada de programas y servicios que probablemente nunca necesitamos, provocando un uso mayor de recursos y espacio en el sistema.
Si queremos personalizar al máximo los paquetes/aplicaciones a instalar en nuestro sistema, lo mejor es que utilicemos el instalador mínimo de Ubuntu, el CD/ISO se puede descargar desde la web de Ubuntu y tiene un tamaño de únicamente 12MB. La instalación se realiza en red y nos permite personalizar la instalación como queramos.
Otra opción interesante es hacer uso del instalador de Ubuntu Server, que también instala una cantidad menor de paquetes y que igualmente luego podemos personalizar.
En el sitio web de Ubuntu al igual que esparcidas por Internet encontraréis una buena cantidad de guías explicando como instalar a mano aplicaciones, entornos gráficos y demás utilidades.